martes, 26 de enero de 2010

La cuesta de enero.

Como ha empezado el año. Esto está siendo impresionante y solo llevamos un mes. Mi vaguería choca con mis ganas de hacer cosas y empiezo a echar de menos a multitud de gente.
No sabía que los Reyes Magos repartían bombones en las discotecas a altas horas de la madrugada, ni sabia al empezar el 2010 que sentiría las cosas que estoy sintiendo.
Dicen que las coas buenas de la gente se pegan cuando estas mucho tiempo al lado de ella o de él, pero también las malas. Yo no sé si será malo o bueno pero cada día que pasa me siento una persona más familiar y con un ego que jamás había tenido, y todo gracias a dos alpedreteños. Más seguro de mi mismo y más sensible, necesitando abrazos que me rodeen para sentirme más vivo que nunca.
Tengo dos colegas nuevos, uno se llama tiempo y otro distancia, y de momento estamos haciendo muy buenas migas. Claro está la diferencia entre colega y amigos, porque a quien buen árbol se arrima buena sombra le cobija.
Frases y canciones que no me puedo quitar de la cabeza, momentos que jamás había pensado vivir y que doy las gracias por lo fuerte que me va a hacer.
Me gustaría seguir escribiendo pero no quiero mezclar temas, asique…otro día os cuento la historia de los llamados INVICTOS y otra de un peluche.