Y creía que era 22, pero sólo es Martes.
Las pesadillas pasan por tu rostro y las lágrimas se camuflan en los sueños.
Debilidad y falta de equilibrio con algún que otro error ortográfico.
Me muero lentamente al imaginarte, desnuda o vestida, con otro o conmigo.
Tristeza y falta de oxígeno en una ciudad contaminada que no ayuda a respirar.
Fuerza cosciente, debilidad incosciente.
Ya no eres mi país.
Te echo de menos.
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