El año pasado estaba muy nervioso por llegar a las mil visitas, pero el tiempo pasa muy deprisa y cuando te quieres dar cuenta llevas dos mil. Me entusiasma tener esa cifra a mis espaldas porque esto lo tengo como un hobby, y no es un enano de la tierra media.
Hay días que escribo enfadado, otros contento y otros días que subo algo por no aburrirme. Es curioso como pueden cambiar las cosas de un día para otro. Un día te acuestas en paz, todo va bien, y cuando te despiertas todo ha estallado sin darte cuenta, involuntariamente. Hablábamos hace algún tiempo de que el final estaba cerca, que simplemente era cuestión de esperar, y mira. Esto ha sido la segunda sacudida en forma de aviso, un aviso cruel y lleno de destrucción. Nada puedes hacer.
Podrás parar un tren, correr lo más rápido posible, batir records, incluso arrepentirte, pero nunca podrás controlar la fuerza del agua. Da vida y también da muerte. Esto tiene que cambiar, nuestros nietos se merecen que la historia no se repita más veces. La culpa es de todos y de uno mismo.
Dudo de la involuntariedad de los impulsos y también lo hago de su voluntariedad. No hay escusas ni explicaciones, depende de cómo lo quiera ver yo.
Hoy es martes y me da igual, o quizás no.
Que bien escribes jodio...
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