domingo, 22 de mayo de 2011

Sólo hasta el final

Podría estrellar toda mi vajilla contra la pared, pero no soy griego. Quizás si lo hiciera se me quitarían las ganas de llorar.
No entiendo nada ya que no hay nada que entender. Iré de la soledad a más soledad, del sufrimiento a la incertidumbre, esperando que suene la flauta.
Es curioso que mi mayor ilusión hoy en día sean unas zapatillas de marca o unas camisetas con un dibujo específico, es triste. Me avergüenzo del mundo en el que vivo, el cambio nunca llegará. Me siento infravalorado, estoy cansado de luchar. Al final va a tener razón la argentina, y cada uno que salve su culo.
Me he perdido en esta larga carrera sin meta.
Empiezo a sobrepasar la berrera del odio.
Necesito llorar.

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