No quiero leer tus besos y me muero por acariciar tus
pensamientos. Manos desnudas sin la plata de tu corazón que deja paso al frío. Ahora
siete y siete son trece, tu cuerpo me estremece y no se pensar. Desnuda te
imagino, hablando de la vida, viendo videoclips y dando caladas por dos. Ya no
se volverá a repetir, toca ser fuerte, gritar, llorar, salir del agujero.
Hoy mi corazón dice adiós, mi mente “hasta luego”.
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