miércoles, 7 de mayo de 2014

No a la guerra.

Creo que estoy en una guerra en la que no encuentro trinchera, responsable y en medio de lo que esta sucediendo aunque no sea verdad.
Lo más duro va ser escucharos admitiendo errores, porque, amores, los habeis cometido.
La percepción que teneís el uno de otro os la habeís gando a pulso, y no estaría de más que os pusierais de acuerdo para buscar el camino que no os haga daño, porque, amores, os lo estaís haciendo.
Si seguís pensando que en el fondo no teneís que hablar os demostrareís que sois iguales, orgullosos, celosos y miedicas.
Os guste o no, el verdadero origen gira en torno a un "Mal" con nombre propio.
Siento decir esto, pero cuanto más lejos mejor van las cosas a todos los que más quiero. Es un hecho.
Una realidad dura para no poder decir que hay elección sin abandono.
Es hora de ceder para después demostrar, de alejar las infecciones cerebrales y de tomar cerveza a modo de quimioterapia.
Quitaros los cascos, ya no hay guerra.

No hay comentarios:

Publicar un comentario