Dejé de sentirlo en ese preciso momento.
Sonaba nuestro grupo favorito, nuestra canción.
La miré a los ojos y no sentí absolutamente nada.
Todo se vino abajo en ese instante, los dos lo supimos.
Bebiamos cerveza por inercia.
Nos queríamos, sí, pero faltaba algo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario