Juguemos.

No me gusta el día de San Valentino Rossi, pero eso no quiere decir que no me guste el piloto o que no me haya gustado nunca. Estamos de acuerdo que hay que currarselo día a día, por eso no hay que juzgar el 14 de febrero, pero sí el día 22 de cada mes.
Yo lo celebraré hoy en la sureña, mañana en el Zombie, pasado de resca y el finde trabajando. Ya en verano me marcharé lejos para estar más cerca, perderé el control y seré feliz como lo soy con una camiseta de las totugas ninja, de capitan américa o unas zapatillas molonas y chillonas. ¿Materialismo? no, gracias. Ilusión es la respuesta y constancia la actitud.
Los de Google son unos cracks!