martes, 24 de septiembre de 2013

Aceptando y siguiendo.

Gente que no se merece nuestra amistad y viceversa. Así somos. Azúcar que se hizo terrón para despues diluirse en el café.
Excesos, muchos excesos en un camino sin rectas dónde poder pisar a fondo. No hay velocidad, somos eléctricos.
El sol ciega mientras el tren se mueve. La gente camina llenando de vida esta pequeña ciudad. Cada una con sus miedos, alegrías y frases simples sin ninguna elasticidad.
Compras por impulso producto de una sociedad consumista a la que pertenezco sin rechistar. A veces la mejor manera es aceptarlo y no girar la cabeza para mirar a otro lado. Cada uno a su estilo dentro del sistema.
Hablar para no decir nada, beber hasta no quedar nada. Así somos.
Silencio.

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