martes, 21 de marzo de 2017

Ya estamos.

Cierro los ojos y veo delante ese escenario.
Una cerveza en la mano, un acorde infinito.
Buena conversación y mejor compañía.
Suena ese grupo que tanto te gusta, y te miro.
Empiezas a cantar tímidamente,
tarareas las guitarras de fondo,
incluso te inventas las partes que no sabes.
Comienzas a bailar.
Tus caderas se mueven de derecha a izquierda,
algo me hipnotiza por dentro.
La cerveza baja fría en mi interior,
me acerco.
Me das la espalda,
tus ojos asoman por encima de tu hombro,
me dicen “soy peligrosa”, pero ven.
Y voy.
Entro en ese radio que indica que estamos solos,
entre miles de personas,
esas que mueven sus caderas de izquierdas a derechas.
Ya no valen tus hechizos, estoy cerca.
Tampoco valen mis mentiras,
y me agarras la cintura.
Todo da igual.
Mi nombre,
tu pasado,
la canción de fondo,
el lugar.
Da igual.


Ahora la historia la sigues tú.

No hay comentarios:

Publicar un comentario