Sigue luchando, no te rindas.
Viento, mucho viento. Con vida de abuelos en plena juventud, menos mal que sabemos que es temporal, como el viento.
Comer, fumar, beber y dormir, ah! se me olvidaba, tambien ver películas bajo aterciopeladas mantas.
Relajante, aburrida relajación. Tan necesaria como odiada en tiempos eclipsados por la costumbre, llegando a convertirse en hábitos.
Todo eso por no hablar del amor, tan imantado y placentero que activan partes remotas de nuestro cerebro sin que nos demos cuenta. Siempre se quiere más, es una droga por la que llegas a hacer locuras jamás imaginadas. Más fuerte que ninguna.
Es parte de la vida.
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